La
hambruna: Al año mueren 8 millones 200 mil niños por no consumir los suficientes
nutrientes para subsistir cada día, en el caso latinoamericano el 17% de
nuestros niños padecen desnutrición crónica y malnutrición, paradójicamente con
la tecnología actual se podrían alimentar perfectamente 10,000 millones de
personas. Sin embargo, tenemos 1,200 millones que parecen hambre severa. Es sorprendente
pensar que con tan solo 25 centavos dólar cuestan los nutrientes que bastan
para sostener óptimamente un niño cada día mientras que el mundo destina $1,500
millones de dólares por segundo que se gastan en armamento. El hambre mata más personas al año que el SIDA, la
tuberculosis, y la malaria juntas. La situación en Panamá no escapa de este
flagelo, 68 mil infantes menores de 5 años en Panamá sufren de desnutrición,
según datos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación
y la Agricultura, por siglas en inglés) 2018.
La
escasez de agua: La falta de este bien preciado y dador de vida es uno de los
problemas más paradójicos que existen en el mundo, aunque se dice que las fuentes
de agua dulce son ilimitadas, 1000 millones de personas no tienen agua potable,
2 mil millones de niños mueren al año por tomar agua contaminada porque no
existe infraestructura para potabilizar el agua. Mucha gente en condición de
pobreza debe buscar el agua en pozos insalubres y paga por tanques de agua
hasta 12 veces el valor del del mismo y, aun así, la recibe contaminada. En Panamá
según datos de CONAGUA todavía existen miles de personas que no están conectadas
al sistema de agua potable, mucho menos al de saneamiento. En números reales el
33% de la población tiene alguna deficiencia en sanidad básica. Las líneas actuales
están desbordadas y limitadas por el tiempo, y la densidad de la población.
La
falta de instalaciones sanitarias: 2400 millones de personas no tienen
instalaciones sanitarias en sus hogares. La neumonía y las diarreas,
enfermedades totalmente prevenibles cobran cifras enormes de muertes al año, en
gran parte al problema anterior, el agua contaminada y la disponibilidad de
agua potable. En Panamá según datos del MINSA la cobertura sanitaria llega hasta
90% uniendo la CSS y las infraestructuras del Ministerio de Salud, aunque la
sanidad sea gratuita, el servicio es deficiente y se empeora según cuánto te
alejes de las zonas urbanas.
La
Mortalidad Infantil es uno de los problemas de nunca acabar, 23,000 niños
mueren por día en el mundo por causas fácilmente prevenibles, unido a esto la mortalidad
materna, 350,000 madres mueren al año por no tener asistencia médica durante el
parto. En Panamá fallecen al año 9,6 infantes de cada 1000 nacimientos,
mientras 52 muertes de cada 100.000 niños nacidos vivos. Esta problemática se
agudiza en las regiones rurales como las Comarcas, ya sea por falta de infraestructura
o por elementos socioculturales.
La
exclusión
de los jóvenes: Los jóvenes no encuentran trabajo, aun en países desarrollados:
En España 42% de los jóvenes no consiguen trabajo, en Grecia 49%, en Irlanda
47% y en EEUU 27%, por poner algunos números, este problema se intensifica en
los países en vías de desarrollo, por ejemplo, si comparamos los países
africanos subsaharianos dónde la población juvenil menor de 15 años es el 40%
de la población. En Sudáfrica existe un 50% de paro juvenil, es uno de los más
altos en el mundo, en Nigeria llega hasta el 13%, parece relativamente poco,
pero si comparamos los números reales de este país de 130 millones de personas,
este número llega a ser muy preocupante. En Panamá, el paro juvenil es muy preocupante,
según datos de la Contraloría General de la República llega al 57.1% entre
edades de 18-29 años. Este problema se debe a muchos factores, pero el más
importante es la deficiencia en el sistema de educación y la discriminación por
edad, las empresas prefieren contratar personas con experiencia, dejando rezagados
a los jóvenes.
La
discriminación de la mujer: La igualdad de género aún no se alcanza. La
violencia doméstica se presenta en toda Latinoamérica entre el 30 y el 50% de
los hogares. Las mujeres ganan 30% menos que los hombres en los empleos y aun
así se ocupan mayormente de las tareas domésticas en los hogares. Noruega y los
países escandinavos son un ejemplo destacado en este campo mientras en los
países de mayoría musulmana se presentan casos aberrantes de discriminación,
violación y feminicidios. En Panamá los desafíos principales que enfrentan las
mujeres son: la paridad de genero en todas las áreas socioculturales (política,
puestos prioritarios en el sector privado, etc.), la violencia machista, los
feminicidios y el acoso sexual, y laboral. Según datos del INAMU al año se dan
cientos de casos de abuso sexual y violencia doméstica que no son reportados a
la justicia. En el año 2019 el Ministerio Público tipificó 52 feminicidios y 10
atentados de feminicidios.
El Medio Ambiente:”
Estamos asesinando el medio ambiente”. La desidia y el consumismo del ser
humano no tiene límites, el modelo socioeconómico actual es ineficiente, el
capitalismo rampante acabará con la vida de todas las persona. Los gases
tóxicos producen calentamiento global, la temperatura se eleva, los polos se
derriten y el cambio climático causa millares de muertos y desplazados al año.
Hay ciudades en las cuales es casi imposible respirar aire puro y por culpa del
smog que flota en el ambiente sus habitantes no saben lo que es apreciar un
cielo nocturno estrellado. La basura humana inunda el planeta, los ríos están
repletos de plásticos, materia orgánica, productos electrónicos, residuos
industriales, etc. Al final toda esta basura llega al mar y es consumida por
los peces, que luego son cazados por los humanos, y el ciclo se repite. La
deforestación indiscriminada las grandes extensiones de bosques como el Congo o
el Amazonas hace imposible la limpieza del aire, además que esta tierra es
usada para el cultivo extensivo, enfermando más el suelo con Pesticidas
artificiales que contaminan a las personas y las fuentes hídricas, todo al
final de una u otra manera nos afecta directamente a los humanos.
Por último, se
menciona el escándalo ético de la desigualdad: Las distancias 1% tiene 43% del
patrimonio de la tierra mientras que el 50% de la población accede a 2% del
patrimonio. 150,000 personas tienen más que 3.250 Millones de personas. El
codicioso 1% del planeta que tiene 50% sigue en su carrera desenfrenada por
acumular y ganar más y más. La acumulación financiera en pocas manos es otro
preocupante evidencia de este aberrante estado de cosas, fruto de la exagerada
codicia de poca gente a quien nada parece saciar su apetito de dinero,
posesiones y poder. Curiosamente las sociedades no prohíben ni sancionan
mayormente esta conducta. La Responsabilidad Social de las empresas es una
corriente que entra a ocuparse de subsanar este desbalance. Al menos se ven avances
en los países escandinavos y Alemania dónde las diferencias entre ricos y pobres
no son tan grandes y, tal vez un ejemplo en Latinoamérica sería el caso peculiar
de Uruguay dónde las políticas socialdemócratas del expresidente José “Pepe” Mujica
hicieron grandes avances para eliminar la desigualdad social y económica. No
nos podíamos ir sin mencionar el caso de nuestro país, que en términos reales es
el sexto país más desigual del mundo, Los ingresos del 10% de la población más
acomodada son hasta 37 veces superiores que los del 10% más humilde. Donde en
las comarcas la gente vive mal nutrida y con la incertidumbre del pensamiento ¿Qué
comeré el día siguiente? Esto pasa en el país de los 37 edificios más altos de Latinoamérica
y el Canal que une el mundo.
La
humanidad inicia este siglo XXI con avances tecnológicos excepcionales. Pueden
asegurar vida digna a los 7300 millones de habitantes del planeta. Sin embargo,
para muchos la vida diaria es una dura lucha por la supervivencia. En el 2018,
hay junto al del cambio climático, tres “escándalos éticos” que exigen
respuestas urgentes que son: El escándalo de la pobreza, la desigualdad y la
discriminación de género. Me es imposible pensar por qué la sed de codicia del
ser humano es insaciable. 800 millones de personas ganan menos de 1.25 dólares
diarios. Están en pobreza extrema. Carecen de alimentos, agua potable,
viviendas, y baños. En América Latina hay 195 millones de niños y adolescentes,
de ellos 70 millones están en condición de pobreza, eso representa uno de cada
tres. Esto es impactante si reconocemos que la región es la más desigual del planeta,
dónde en México o Brasil las distancias entre ricos y pobres son abismales. Además
de las desigualdades en ingresos, educación, salud, a vivienda, y acceso a
internet, la propiedad de la tierra es totalmente asimétrica. El 1% de las explotaciones
agrícolas de mayor tamaño, concentran la misma extensión de tierra que el 99%. Según
OXFAM las grandes empresas vienen maximizando sus ganancias a través de la
devaluación del salario del trabajador medio; el arrinconamiento de los
pequeños productores, la evasión del pago de impuestos. 7 de cada 10 personas viven en países donde la
desigualdad aumentó en los últimos 30 años. Y para remarcar el problema en el
2017, los ochos hombres más ricos del mundo tenían más que la mitad de su
población de menores recursos, 3.600 millones. En el tema de la paridad de género,
los datos son los siguientes: Subsiste la brecha de remuneración entre hombres
y mujeres. A igual responsabilidad, las mujeres ganan cerca de un 30%. menos
que los hombres y la cultura machista permean instituciones como la policía y
los juzgados, generando impunidad en muchos países, los países más machistas
están en África y el medio Oriente, donde la mayoría de la población es musulmana.
Hay soluciones a estos escándalos éticos, los países nórdicos son
ejemplos de sociedades equilibradas, donde las desigualdad económica y paridad
de género es casi nula. Para que Panamá se convierta en un ejemplo para la
región debe sobrepasar ciertos desafíos independientes, que son: Competitividad y transformación productiva, Calidad
institucional, Cohesión social y territorial, y por último la más importante la
educación. UNESCO, ha demostrado el
papel clave de la educación en reducción de pobreza. Ha verificado que, si
todos los adultos terminaran el colegio secundario, la pobreza bajaría a la
mitad. Al igual que se debe eliminar la deserción escolar, con el único objetivo
de que todos los niños terminen la escuela. Es la única manera de construir sociedades
más equitativas y desarrolladas.
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