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Diario Panamá América |
Nuestro sistema educativo está atrasado en comparación a América Latina y el mundo, el sistema educativo panameño no ha cambiado mucho desde la época colonial, solo se han dado ciertos avances en infraestructura, la pedagogía del profesorado sigue siendo el mismo en la mayoría de los casos y los que tratan de innovar son opacados por estos profesores mediocres con métodos anacrónicos. Los gobiernos han hecho esfuerzos por aumentar la cobertura que ha llevado las tasas de finalización de secundaria y educación terciaria a los primeros puestos de América Latina. Sin embargo, en términos de calidad, queda mucho por hacer. La última vez que Panamá participó en las pruebas PISA (2009), ocupó el último lugar de la región en matemática, y el penúltimo en lectura y ciencias. La inversión en mejorar la calidad de la educación es necesaria para promover el crecimiento inclusivo, pero Panamá no se puede dar el lujo de esperar. El sistema educativo aprecia la mediocridad, solo tenemos que ver el caso de la beca universal y la cantidad de fracasos. El número de fracasos en 2016 oscilan a 48 mil estudiantes, comparando que Panamá tiene una población educativa de 630 mil estudiantes. Este número de fracasos es alarmante porque representa el 7,9 % de los alumnos, pero realmente si analizáramos la cantidad de estudiantes que aprendieron algo tendríamos números peores. Ahora hablemos de la famosa beca universal, esta propuesta del antiguo gobierno ha traído más rompederos de cabeza que beneficios, está mal llamada "beca" es un subsidio que está mal distribuido, primero porque era inequitativo ya que el sistema privado no gozaba de este beneficio y mal distribuido porque premia la mediocridad. Para el sistema nosotros los estudiantes solo somos cifras, el esfuerzo y el aprendizaje del estudiante no son prioridades, y la calidad educativa no ha variado.
Deserción escolar
Es uno de los mayores problemas en América Latina en el que concurren
muchos factores, unos considerados condicionantes del fenómeno y otros
estructurales, determinantes.
De acuerdo con los recientes estudios de la UNICEF (2017) y el Banco
Interamericano de Desarrollo (2017), uno de cada dos adolescentes logra
completar la secundaria. Según Unicef hay 117 millones de niños y jóvenes en
América Latina, de estos 22.1 millones se encuentran fuera del sistema
educativo o están en riesgo de hacerlo. En Panamá en 2016 la deserción escolar
representaba el 3,64% de la población estudiantil, en números reales se refiere
que en ese año desertaron 11.301 estudiantes.
¿Qué estamos haciendo? A el
gobierno le favorece tener una población ignorante e iletrada, estos son los
que siguen nutriendo las partidocracias y siguen sin cuestionarse nada.
Realmente necesitamos profesionales competentes, necesitamos un sistema
educativo equitativo en las regiones más vulnerables, y necesitamos que alcance
las competencias mínimas por asignaturas. Un sistema adaptado por padres de
familia capaces de condicionar efectividad, siendo buenos predicadores de
valores; y una sociedad que luche por las mejores políticas públicas y sus
exigencias para cambiar completamente el sistema. Si seguimos perpetuando la
pobreza, seguimos un ciclo vicioso con solo ciertas unidades despiertas y con
ganas de cambiar. Dejemos de Masificar e Industrializar la educación, porque ya
vivimos en otra era.
Propongo dos simples propuestas:
Automatizar el sistema de contratación y capacitación docente e incluir
monitoreo y seguimiento objetivo e independiente. Modificar completamente la
didáctica de enseñanza para mejorar la compresión lectora y de una vez por
todas romper los paradigmas sobre el uso de la tecnología en las escuelas.
Me gusta su comentario sobre " Modificar completamente la didáctica de enseñanza para mejorar la compresión lectora y de una vez por todas romper los paradigmas sobre el uso de la tecnología en las escuelas." Creo que alli es donde esta la raiz de todos los males y la mediocridad. NO LEEMOS y por ende NO TENEMOS PENSAMIENTO CRITICO. Felicidades!
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