Las mujeres de todo el mundo viven con todo tipo de
inseguridades, gracias a todas las cosas que la sociedad pide a las mujeres que
sean. Sea bonito, sea agradable, sea alguien que usted no desea ser. ¿Por qué?
Porque sí. Porque tienes que hacerlo. Porque es tu deber.
Desde el principio las mujeres han sido tratadas
como un objeto y no como seres humanos, fueron los limpiadores, cocineros, los
elegidos para complacer a los hombres en todos los sentidos, los maniquíes. Hoy
en día las mujeres han demostrado que ya no son sirvientes, que tienen más que
ofrecer a la sociedad; pero, aun así, lo reservado a las mujeres sigue en el
aire, los estereotipos siguen vivos, y tenemos noticias: no se irán hasta que
las mujeres mismas acepten con todas sus características.
Nuestro objetivo no son los hombres, pero las
mujeres y esta historia no se trata del feminismo, no se trata de la lucha de
las mujeres para tener derechos iguales, y sí no fue un error de escritura, el
feminismo es sobre la igualdad, no la superioridad, esta historia es de
mujeres, para las mujeres, para reflexionar sobre lo que estamos haciendo con
nosotros mismos, con nuestro género y cómo estamos demasiado centrados en ser
mejores que el otro, que olvidamos lo que nos conecta.
Es cierto que el estilo de vida nos obliga a estar
en una continua competencia con la persona de al lado, ya sea porque él o ella
podría tener la casa que queremos, o el trabajo o la pareja, etc. Siempre habrá
algo que desea que alguien de lo contrario podría querer también, pero no por
eso, tenemos que actuar tan egoísta, es hora de ponernos en el lugar de la otra
persona. Un profesor siempre solía decir a la clase que nosotros, las mujeres
somos malas el uno con el otro; simplemente colocándonos en Panamá, no hay
muchas mujeres políticas, ¿alguna vez preguntó por qué? Puede ser gracias al
egoísmo de las mujeres, no hay mujeres que apoyen o quieran votar por otra,
bueno, no la mayoría, cuando el profesor dijo que no la veía como un ataque
femenino, sino como la verdad.
Aquí en Panamá, y estamos seguros en otros países
también, las mujeres prefieren pensar que es el hombre quien debe gobernar o
tiene una posición más alta que una mujer, además, sabotean a otras mujeres
para no dejarlas vencer, ¿es esto lo que debemos hacer con nuestras propias
hermanas?
Pero ¿por qué actuamos así? ¿Por qué atacamos a
nuestras propias hermanas?
Bueno, tenemos una hipótesis, no nos aceptamos, así
que no podemos aceptar que alguien más lo haga, podemos soportar el éxito de
otra persona, áspero, ¿no? Tal vez este no es el caso, tal vez simplemente no
ver lo que estábamos haciendo hasta ahora, tal vez usted va a hacer una autoevaluación
sólo para decirte a ti mismo que no eres así, que eres una buena persona y todo
lo que dijimos que antes no te caben, y tal vez tengas razón o tal vez no lo
eres y este es tu momento de cambiar, para ayudar a nuestra cultura a
desarrollarse.
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