La utopía ha constituido un rasgo del presente, del pasado, e inevitablemente, lo constituirá en el futuro. La discordia constante en la que se ha encontrado siempre sumido el individuo frente a la sociedad ha provocado que estos mismos individuos idealizasen mundos prioritarios para establecer las características que deben regir sobre toda sociedad próspera, como la felicidad, la paz, el orden, y un largo etcétera. Mientras, por otro lado, las revoluciones se han encargado de, en cierta medida, dar paso a una realidad material cercana a ese planteamiento de sociedad utópica propuesta por el individuo, o un conjunto de individuos que formaban un mismo sistema utópico. Existen varias razones que diferencian claramente la utopía de la revolución. La principal diferencia que se debe establecer (bajo mi criterio subjetivo), entre utopía y revolución, es que , mientras la utopía conforma un pensamiento idealista y lejano de la realidad, que de forma directa no pretende realizar un análisi...